jueves, 7 de mayo de 2009

No se llorar

No se llorar.

La angustia, el dolor, el sufrimiento ensucian my alma, agua estancada que se pudre, miasma interior que nada drena. Mi pobre alma quiere brillar pero no puede porque el peso la hunde hasta el fondo de ese pantano oscuro. Y se queda allí, enterrada en el limo, como una piedra tirada desde la orilla.

La angustia, el dolor, el sufrimiento se acumulan dentro de mi, alimentan el agujero negro de mi pecho. Intentan llenarlo de brea, de alquitrán, de lodo. Pero no se puede llenar lo que no tiene fondo. Todo lo que entra en su esfera de atracción es absorbido hacia él de forma inexorable y, en lugar de desaparecer para siempre en su pozo de gravedad, se clava en él. Mi corazón y mis pulmones son atraídos hacia el pozo, la gravedad los estruja. Mi pobre corazón, viéndose amenazado, intenta comprimir todos los latidos que le quedan en un segundo, mis pulmones se rinden, ceden ante la fuerza negra y el aire que yo lucho por inhalar no tiene a dónde ir.
Ya no tengo pulmones.
Ya no tengo alma.
Ya no tengo corazón.

La angustia, el dolor, el sufrimiento, son YO.

VERDE

Todo el mundo envidia algo.
Y el que diga que no miente.
Yo envidio la constancia que veo en los demás y que soy incapaz de emular.
Envidio esas mentes ordenadas y metódicas, capaces de marcarse un objetivo y cumplirlo.
Yo no soy así. Mas bien lo contrario. Veleta multidimensional, giro y giro, deteniéndome en las direcciones más dispares. He de reconocer que hay en mi mundo algunos vientos predominantes (afortunadamente) que me permiten una cierta lucidez mental.
Pero la verdad es que nunca deja de sorprenderme la cantidad de sitios desde los que puede soplar el viento.

Platón


En un mundo ideal, seriamos capaces de comunicarnos con la mente. en ese mundo, ondas cerebrales armónicas se moverian por el aire, direccionalmente, permitiendo una comunicación perfecta.
Una idea en la mente del emisor se corresponderia, en perfecta aplicación biyectiva, con una idea y una sola en la mente del receptor.
Sin inflexiones de la voz, gestos, situaciones para enturbiarla, llegaría nítida, sin mácula alguna a su destino.
En un mundo así, no habria malentendidos. Un único lenguaje, el de las ideas, nos haria la vida más fácil.
Sé que la vida no funciona así, sé que, aun en el caso de que la humanidad sea en algún punto capaz de comunicarse de mente a mente, nuestros descendientes encontrarán la manera de malinterpretar el mensaje.
En el mundo real ningún avance técnico o biológico, o biotecnológico conseguirá evitar la interpretación del mensaje. Ningún código nuevo hará que sepamos de repente leer entre líneas lo que otro ha escrito ( y estar todos de acuerdo) o interpretar una ironia con el mismo grado de acidez.
En ese mundo ideal que describia, la poesia sería prosa en lineas cortas y sus habitantes, aunque carentes de imaginación, quizás serian más felices.

El Vórtice Sobre Mi

Hay quien dice que los problemas se acumulan en nubes negras sobre su cabeza rayos y truenos incluidos, que ensombrecen su vida y su mirada, dando a su piel un tono gris de acuarela lavada.
Yo veo los mios como un vórtice, con el vértice en mi coronilla y que se expande hacia el infinito muy muy arriba. (gracias Lukyanenko por la imagen)
El vórtice siempre está ahí. Más o menos grande, con muchos colores o pocos. Cada problema tiene su color, no todo en la vida es negro, ni blanco. Y yo voy por la vida con mi vórtice multicolor, siempre fluctuante.
El negro gana los dias de migraña, explota en rojo cuando al colgar el teléfono quiero llorar, franjas verdes lo adornan cada vez que miro el calendario y veo cómo se acercan los dias de tren y yo sigo igual de ignorante, hace tiempo que el lila no me hace sombra, para bien o para mal.

Los dias que se electriza el pelo más que normalmente ¿será porque gira más rápido?