sábado, 1 de octubre de 2016

Entre mares de oro

Quiero caminar entre hayas centenarias para sentirme efímera.
Preferiblemente en otoño, con un mar de oro sobre mi cabeza y otro bajo mis pies  conectados por columnas de plata.
Porque las hayas son los árboles reales más parecidos a los mallorn de Lorien. Quizás seria más correcto decir que Tolkien se inspiró en ellas para crearlos pero en mi mundo primero llegaron los mallorn, con Galadriel y los elfos, y más adelante las hayas.
Si pudiera plantaria, haya a haya, un bosque cerca de casa para que, si no yo, alguien en el futuro pudiera sentirse así. Pero no es posible. Aunque ya tenga pensado el sitio y pueda imaginarme al detalle cómo quedaria.

En Lleida no crecen bien las hayas.
Puedes tener una en el jardin, o en una maceta supongo. Pero no puedes tener un hayedo.
Tenemos demasiado sol y demasiado calor en verano y muy poca humedad ambiental.
Un haya en Lleida sufre. Y si bien los ejemplares adultos podrian vivir aqui... crecer aqui... es otro cantar.
Y, aunque estoy por comprar semillas... y darles unas hermanitas nuevas a mi nogal, laurel, magnolia, ginkgo y mango, tendré que viajar al norte a caminar entre hayas, preferiblemente en otoño.